Textos de arquitectura |
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LA BIENAL Una última mirada Caracas- Venezuela | |
La Bienal celebró esta semana un ciclo de charlas con invitados especiales
a propósito de su clausura. Por tal motivo hemos decidido dedicarle este
numero especial, para mostrar las diferentes visiones que envuelven a este
acontecimiento. Se le realizaron tres preguntas específicas a un grupo
variado de arquitectos con la finalidad de generar en nuestros lectores
opiniones y reflexiones propias acerca del evento.
A continuación les presentamos las preguntas y luego las diferentes respuestas.
1 ¿Es la Bienal un balance de la arquitectura de los últimos 11 años?
Por otro lado es justo decir que nuestra bienal también recoge lo mejor que
se ha hecho en las dos últimas décadas. Creo que hay un buen número de
proyectos puntuales muy interesantes. Por lo pronto me referiré
exclusivamente (y sin falsa modestia) a los dos proyectos en los cuales
trabajé, porque creo que representan ejemplos muy dignos dentro del
panorama actual en América Latina:
La Abadía Benedictina de Güigüe (proyecto comenzado en 1984 e inaugurado en
el 90), para mí es el edificio más representativo de la década de los
ochenta. No hay que olvidar que la última bienal se realizó en 1987 y el
proyecto más destacado en esa oportunidad fue el Metro de Caracas que, sin
desmerecer sus méritos como una excelente propuesta urbana, un ejemplo de
gestión y un gran aporte cívico, porque devolvió al peatón el derecho a la
ciudad. Sin embargo, en términos de arquitectura y diseño de detalles, el
resultado no es tan significativo.
El Centro de Visitantes y el conjunto de espacios públicos de la Presa
Macagua II, en Ciudad Guayana (recientemente inaugurados y donde funcionará
pronto un museo para la ciudad sobre toda la cuenca del Caroní) no sólo por
su diseño, sino por su importancia regional, considero que es el edificio
más representativo de la década de los noventa. Si no surge otro en los
próximos 14 meses, que ojalá pudiera suceder.
2) Creo que el aspecto más destacado es el hecho mismo de que se haya
realizado la bienal. Algo que debería ser rutina, es un gran logro en
nuestro país. Por otro lado, destaca la baja calidad de algunos proyectos y
la ausencia de otros. Creo que, a pesar de que se hizo una selección
previa, hay que ser más riguroso con la muestra, sin miedo a que sean
pocos. Esto daría pie para ampliar la información de cada proyecto.
3) No. Creo que los jóvenes y sus nuevas propuestas deben abrirse paso por
sí mismos, encontrando sus propias formas de expresión, que no será a
través de las viejas estructuras. De paso, pienso que los jóvenes están muy
callados. Recuerden que tienen el reto de mantener viva la tradición
arquitectónica de este país y la dignidad de esta profesión.
2) Destacaría fundamentalmente la variedad y tamaño de los proyectos. La
idea de exponer los trabajos bajo un mismo formato y a costo de los
participantes permitiría realizar el evento con mayor periodicidad.
3) Es evidente la emergencia de nuevos talentos y propuestas, no solamente
apreciable en la calidad y características de algunos proyectos, sino a su
destacada representación en eventos de carácter internacional y en la que
los mismos han obtenido un merecido reconocimiento.
2) Que después de once años se haya realizado y que diera la posibilidad de
reacción, y que esa reacción se haga presente en dos años, la próxima
bienal.
3) Sí, hay nuevas propuestas - figuras, pero están desmembradas y no se dan
a conocer. Por eso hablaba de la bienal, y en este caso de las
exposiciones, como lugares de contagio, de discusión encarnada, de
reflexión, de crítica y de mucha honestidad en la búsqueda y exposición de
la arquitectura. La próxima bienal podría entenderse así, y sería un logro
tanto para los arquitectos, como para el público.
2) Su amplitud dentro de su carácter selectivo.
3) No
2 - 3) Yo creo que hay un balance. Mal que bien hay un balance de la
arquitectura de los últimos años. Un balance donde se notan importantes
ausencias: trabajos que uno conoce que no están, arquitectura que no está,
por descuido, que es lo que una Bienal no puede permitirse. Si hay algunas
cosas que deben estar, allí hay un trabajo de recaudar ese material. Si lo
que se recopile dentro de una determinada visión que en el caso de una
Bienal debería ser a partir de un coordinador de bienal que se designe como
Curador oficial están determinadas visiones o no, dependerá del curador,
que en este caso está un poco desdibujado en la figura de Martín Padrón,
que creo que está como organizador, sin embargo no asume el papel de
curador oficial, como pudo haber sido Paolo Portoghesi en los años ochenta
con la Bienal de Venecia. No es esa la figura que Martin Padron ha asumido.
Si dentro de la visión de un curador en particular y en esta de Martín
Padrón como organizador están o no determinadas tendencias,
yo creo que no se detectan. No habría que preocuparse demasiado si los
jóvenes tienen que estar representados o no, simplemente por ser jóvenes.
Los jóvenes deberían estar en una Bienal porque son buena proposiciones.
Esa es una preocupación que tienen ustedes, demasiado fuerte que la están
manejando con demasiada ansiedad. La arquitectura más joven, se debe
manifestar en función de su propio peso, entonces lo que habría que
considerar es si una bienal tuvo el ojo o no, pero esa es una
responsabilidad que habría que atribuírsela a un curador.
2) En primer lugar, debemos felicitarnos por el hecho de que se haya
realizado esta Bienal después de un silencio tan prolongado, y
especialmente a quienes han aportado el esfuerzo, tiempo, y riesgo para
hacerla realidad.
En relación a la forma como los trabajos fueron presentados, fueron muy
pocos los casos en los que la información permitía abarcar con un razonable
nivel de aproximación las cualidades de la obra. En no pocos de ellos,
parecía tratarse más bien de un afiche publicitario propio del proceso de
mercadeo inmobiliario, que de un recurso para comunicar los calores de un
planteamiento arquitectónico. Personalmente puedo afirmar que el jurado
tuvo en reiteradas oportunidades serias dificultades para arribar a lo
fundamental de muchos de los planteamientos presentados. Es posible que
ello se deba en parte a que por la desfavorable relación entre el espacio
disponible y número de trabajos presentados, se permitió un solo panel por
obra presentada. Sin embargo, a pesar de ello, hubo algunos casos en los
que las obras fueron mostradas con propiedad y con una relativamente
austera economía de medios, lo que demuestra que sí era posible hacerlo.
Quizás, para la próxima Bienal se podrían permitir dos paneles por obra,
uno de los cuales deba restringirse estrictamente a plantas, cortes,
fachadas y una vista tridimensional y el otro a información complementaria
de carácter más libre.
3) No diría que entre los trabajos expuestos presentados en la Bienal se
evidencie el surgimiento de ¨nuevas figuras y propuestas¨. Quizás si en un
momento me parecía frente a una propuesta novedosa, no necesariamente se
trataba de una ¨nueva figura¨.
Sin embargo considero que en nuestro medio sí están naciendo nuevas e
importantes figuras, y sí se han hecho y se hacen nuevas e importantes
propuestas, pero casi no estaban representadas en la Bienal.
Es posible que ello se deba a que, al menos en el área de la arquitectura,
únicamente se podían presentar obras construidas, y todos sabemos la
reducción que la actividad de la construcción viene experimentando en los
últimos tiempos, y es posible también que se deba a que algunas de esas
potenciales ¨figuras¨ estén ocupados haciendo y no asignan tiempo y
esfuerzo a mostrarse
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Fuente: Economia Hoy Caracas-Venezuela. Martes 10 de noviembre 1998 ARQUITECTURA EN LINEA© 2013 |