Textos de arquitectura |
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Gobernabilidad, diseño y gestión urbanaAbner J. ColmenaresDecano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo UCV. | |
Ubicándonos en el territorio de la consideración de los asuntos urbanos a
nivel local, el problema de la gobernabilidad y la definición de políticas
de gestión urbana se ubica fundamentalmente en el adecuado, concertado,
transparente y proactivo manejo de las ordenanzas de zonificación, para lo
cual se requiere de un Plan de Desarrollo Urbano Local, que evidencie una
visión compartida de la imagen de la forma urbana de la ciudad en
consideración. En este contexto, la actualización y revisión de las
ordenanzas de zonificación, y en particular las de aquellas áreas
estratégicas para el desarrollo económico y social de la
ciudad, adquiere un valor capital para la consolidación de la gestión
urbana. Todo este proceso está inmerso tanto en el marco general de la
viabilidad política, como en la noción de desarrollo sustentable, para lo
cual se hace imprescindible vincular estrechamente la gestión urbana con el
crecimiento económico: la equidad social y el equilibrio con los elementos
naturales que caracterizan el territorio.
Adicionalmente, el concepto de gobernabilidad y la definición de políticas
de gestión urbana se debe formular a la luz del grado de consolidación
urbana existente en las diferentes partes constituyentes de cada ciudad. La
atención a la ciudad informal y no regulada amerita acciones especiales,
diferentes a los planes y acciones que se realizan en la ciudad formal,
debido a que las condiciones críticas de marginalidad, carencias de
servicios, y el grado de gobernabilidad civil existentes, ameritan enfoques
y métodos adecuados a esta problemática. Las políticas urbanas deben estar
orientadas al encuentro entre la ciudad formal y la ciudad informal,
teniendo como meta la habilitación de la última, y su incorporación al
tejido urbano formal, tanto con los servicios y equipamientos respectivos,
incluyendo el mejoramiento de la vivienda, como con programas de
incorporación de la sociedad civil mediante la autogestión, orientados a
transformar al habitante en un ciudadano con plenos derechos.
En este contexto, el diseño urbano adquiere una dimensión política debido a
que las acciones de una gestión urbana deben orientarse a elevar la calidad
de vida del ciudadano, mediante la materialización de las acciones de la
gestión de gobierno y considerando su impacto en la forma construida de la
ciudad. La búsqueda y consolidación de una imagen urbana deseada, a través
de la legibilidad y orden del espacio público, puede catalizar y orientar
las inversiones en materia de infraestructura urbana, vinculando el
equipamiento y la mejora de los servicios públicos con los programas
sociales y económicos.
El diseño de una ciudad es el resultado de múltiples decisiones, producidas
por múltiples actores, correspondiéndole al gobierno local mediar, ordenar
y controlar el proceso, garantizando al ciudadano una calidad de vida
adecuada y promoviendo las oportunidades para su desarrollo económico,
social y cultural. El diseño urbano debe entender los procesos políticos,
si aspira a que su acción sea realista y factible, por lo tanto, el diseño
urbano se puede definir como el marco conceptual y técnico que permite
gerenciar las políticas e inversiones
públicas, relacionadas con la consolidación y desarrollo de la forma
urbana. Desde las acciones macro, de la planificación estratégica y los
planes de desarrollo urbano local, con sus visiones de la ciudad a largo
plazo, hasta las acciones micro, de los planes especiales, las inversiones
en servicios y equipamientos públicos, con su impacto a mediano y corto
plazo.
El objeto fundamental del diseño urbano es ayudar a construir y consolidar
la imagen de la ciudad, mediante la consolidación del espacio público, a
partir de sus realidades y posibilidades de sustentabilidad económica y
ecológica. En este contexto, las ordenanzas de zonificación son
instrumentos jurídicos claves para asegurar la materialización de una forma
deseada, la cual permita, no sólo un patrón de distribución de las
actividades urbanas, vinculadas con el
fomento de una base económica productiva; sino también, una morfología de
los espacios públicos que facilite la identificación del ciudadano con la
ciudad y eleve la calidad de vida. | |
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Fuente: Economia Hoy
20,21,22 de noviembre 1998 Caracas-Venezuela- (1998) ARQUITECTURA EN LINEA© 2013 |