Desde Cero: Una de las aplicaciones más adecuadas de AutoCAD al proyecto arquitectónico es el diseño de sistemas constructivos racionalizados. Es claro que AutoCAD no es un software destinado al proyecto arquitectónico, pero ofrece las mejores posibilidades de crear y administrar toda la información relativa a sistemas constructivos basados en piezas modulares. AutoCAD no es el único sistema capaz para ello, quizá tampoco el mejor. Sólo a modo de ejemplo, este desarrollo está basado en él. El concepto de sistema constructivo racionalizado se halla por naturaleza íntimamente ligado a la informática. La comprensión de la cuestión informática en arquitectura depende básicamente de este y otros conceptos aún no arraigados en la tecnología local. Si bien en la última década se produjo un avance notable en el desarrollo de sistemas constructivos racionalizados, las técnicas de construcción predominantes siguen siendo aquellas basadas en el conocimiento empírico y la tradición. Tal fenómeno es notorio, incluso, en las características del software específico local. Las aplicaciones locales de CAD dedicadas a la arquitectura responden principalmente a los requerimientos más urgentes de las técnicas constructivas tradicionales. Los resultados a la vista son un nítido diagnóstico de la situación en tal sentido. Sin embargo, la tendencia en el desarrollo no se manifiesta del mismo modo. La racionalización del diseño y la industrialización de la construcción han dejado de ser un simple objetivo académico. Las exposiciones y la publicidad en medios de todo tipo muestran, casi exclusivamente, productos para construcción pre-industrializada. De todos modos, nos encontramos lejos aún de alcanzar el umbral, pues la mayor parte del volumen del mercado es marginal, condición en la cual no habrá de asimilar este tipo de cambios jamás. Bloque / Block Los sistemas basados en bloques de hormigón, concreto alveolar, etc. constituyen tal vez el pivote histórico del cambio en la tendencia. En una apreciación inicial, los bloques de hormigón pueden ser comparados con los ladrillos, y esta ha sido seguramente la razón de su rápida aceptación en el mercado; sin embargo ambos materiales son substancialmente diferentes; de hecho, ya en instancia de proyecto, la exactitud dimensional de un bloque condiciona fuertemente al diseñador, las pautas generales de diseño deben ser adecuadas a la modulación impuesta por el material y la resolución de detalles se efectúa desde el inicio. En obras de gran envergadura, la simpleza con que los bloques pueden ser materialmente producidos permite al proyectista decidir la forma y medidas de cada tipo de pieza a utilizar. Si el volumen de obra no llegase a justificar la producción de bloques in situ, es posible adoptar alguno de los sistemas comerciales. En todo caso, cada mampuesto es protagonista y la entidad "pared" no existe sino como resultado de la suma de sus bloques. Por lo tanto, más allá de un previo esquema funcional y espacial, la tarea de diseño se concentra en el desarrollo del sistema en si. Bloques digitales Puesto que la fabricación de los bloques no puede ser perfecta, ciertos márgenes de error son admisibles y la obra admitirá esas mínimas adecuaciones necesarias. El proyecto, en cambio, se basa en piezas exactas que, colocadas una tras otra, forman conjuntos exactos. De otro modo, la composición del conjunto deviene en un caos irreversible. El desarrollo certero de sistemas de esta naturaleza demanda el uso de un CAD con precisión geométrica suficiente para anidar eficazmente los datos propios de un bloque en obras de decenas de miles de metros cuadrados. De no ser así, la acumulación de errores invalida el sistema. Trátese del diseño de un sistema ad-hoc o de la selección de un sistema comercial, el desarrollo del sistema constructivo se funda en el riguroso análisis del mismo y en la reproducción digital de cada pieza del catálogo. La confección de las réplicas digitales debe hacerse en forma progresiva y de acuerdo a los requerimientos de las distintas etapas del proyecto. Por ejemplo, en primera instancia es suficiente con definir el contorno de cada pieza, pero en una instancia avanzada será necesario establecer todos los parámetros de cada una. Analicemos los puntos más importantes: Diseño modular Desde la idea original, el proyecto debe ser concebido en base a una modulación armónica con el material a utilizar. Normalmente, el módulo mínimo será del orden de los 10 cm. lo que obliga a encausar el proyecto dentro de una rigurosa trama ortogonal que sólo admitirá excepciones muy a costa de la economía proyectual y de obra. Economía proyectual Más allá de otros intereses y sin omitir que desde el punto de vista artístico los bloques de hormigón de buena calidad permiten lograr expresiones de altísimo valor estético, desde el momento en que se adopta un sistema constructivo de estas características resulta evidente la intención de economía de obra. En efecto, la construcción será mucho más limpia y sencilla exigiendo un grado de capacitación inicial del personal muy inferior que en una construcción ladrillera. Por otra parte, la velocidad de avance será mucho mayor y los tiempos de obra resultarán muy inferiores a los que imponen los ladrillos comunes. En consecuencia, la economía proyectual adquiere un grado de importancia y justificación mucho mayor que lo habitual. Entre otras premisas de la economía proyectual se destacan en este caso las siguientes: Cada detalle constructivo debe ser aplicable a la mayor cantidad de circunstancias posibles; cada pieza del sistema debe ser usada en la mayor cantidad posible, reduciendo así la diversidad de piezas. Diseño o adopción del sistema constructivo El sistema debe, fundamentalmente, adecuarse a las particularidades del proyecto. De nada servirá economizar centavos en el costo por pieza si las características de las mismas incrementarán la cantidad y complejidad de problemas constructivos. En el caso de diseñar un sistema propio, es conveniente posibilitar la retrolaimentación del proceso de diseño. Es decir: determinar la forma y medidas de cada pieza previendo que, ante eventuales inconveniencias surgidas del proyecto, el sistema pueda ser rediseñado. Para ello es conveniente limitar las especificaciones iniciales a las características globales de cada pieza, sin entrar en detalles en cuanto a cada pieza en si. Por ejemplo: Definir inicialmente cada bloque como un simple rectángulo (o paralelepípedo). Luego, una vez verificada la conveniencia de las medidas del mismo, redefinir la pieza agregando todos aquellos detalles que la caracterizan. Esto también agilizará la tarea de proyecto puesto que el CAD manejará menos y más simple información hasta tanto ésta sea relevante. La adopción y diseño del sistema no son decisiones excluyentes. Aunque no es lo más común, es posible adoptar un sistema comercial como solución parcial y complementarlo con piezas de propia factura. Armado de librerías y personalización en AutoCAD Dado que cada maqueta, planta, corte o vista de un proyecto de estas características insumirá una cantidad mayor de recursos que en un proyecto tradicional, es conveniente descartar de antemano la resolución del mismo en un solo archivo. Desde un primer momento conviene organizar un árbol de directorios o carpetas que contengan los distintos conjuntos de piezas a utilizar. Es de suponer que la inversión de trabajo realizada en el desarrollo del sistema constructivo será posible amortizarla en sucesivos proyectos similares. Por lo tanto, no se deben ahorrar esfuerzos en este sentido y siempre será conveniente extremar el orden de la información producida propendiendo, en todos los casos, a la más exhaustiva discriminación posible de datos. Siempre será más sencillo, llegada cierta instancia, agrupar información demasiado dispersa a tener que separar datos mezclados. Esto vale también para la clasificación de la información dentro de cada archivo. Cada pieza del sistema constructivo debe ser dibujada en un archivo propio, tomando las precauciones del caso en relación a utilizar un dibujo prototipo adecuado y dejar especificado el punto de inserción (comando BASE en AutoCAD). Cada pieza puede incluir atributos invisibles que especifiquen características geométricas o no geométricas de la misma, esto constituye un cierto grado de sofisticación y no profundizaremos el análisis. Sí es de destacar que en la creación de estos dibujos debe primar un criterio coherente de uso de los layers. Cada pieza puede ser definida en varios layers; esto posibilitará mostrar diversos aspectos de la misma en un mismo plano activando el juego de layers correcto. Por ejemplo: Si la planta de un bloque de hormigón es dibujado de modo que sus bordes a filo del muro se hallen en un layer específico diferente de aquel en que se hallan el resto de los detalles, en la planta de arquitectura será suficiente con apagar tal layer de detalles para obtener un esquema de filos de muros apropiado para un plano municipal. Otra cuestión a resolver desde el vamos es el sistema métrico a utilizar. Si bien es cierto que cada pieza del sistema debería ser dibujada (proyectada) en milímetros, el resultado final debería ser un plano en metros puesto que es muy factible que construcciones de este tipo deban convivir, tanto en los planos como en la realidad, con construcciones tradicionales cuyos proyectos se realizan normalizadamente en metros. En caso de dibujar las piezas en milímetros, será casi imprescindible generar macros para la inserción de los BLOCKs. En general, es conveniente crear macros para la inserción de las piezas puesto que tal tarea será muy frecuente. Las macros pueden brindar una alta productividad si, entre otras tareas, automatizan el acceso a las distintas librerías y automatizan el ajuste de escalas de inserción de cada pieza. Puesto que cada pieza del sistema estará representada por un BLOCK, es evidente que el cómputo de un proyecto de estas características estará basado en el recuento de todas las inserciones de cada BLOCK en el proyecto. La rutina Autolisp incluida en este site realiza esa tarea. 2 o 3 D Todos los conceptos asociados al desarrollo de un sistema constructivo digital valen tanto para 2D como para 3D. Sin embargo es necesario hacer explícito que, aunque menos que en el caso de proyectos tradicionales, las diferencias entre ambas técnicas son muy importantes. La resolución en 3D de un proyecto de estas características posee un grado de realismo altísimo, mucho mayor que en un proyecto tradicional. Tal realismo está referido principalmente a la consistencia de la información producida y la exhaustiva verificación de proyecto posible. Por otro lado, construir una maqueta electrónica con esta técnica es lo más parecido a un juego que pueda hallarse en la práctica del diseño arquitectónico en CAD. El desarrollo e implementación de un sistema digital basado en 3D es mucho más complejo pero su implementación es mucho más eficaz. Acumulación de errores |